Ya ha echado a rodar el plan diseñado por el gobierno para incentivar la rehabilitación energética de viviendas españolas. El Boletín Oficial del Estado (BOE) publicó el pasado miércoles la normativa que regula la batería de medidas desplegadas por el Ejecutivo, y que se nutre en buena medida de ambiciosas ayudas directas y desgravaciones fiscales. El Plan de Recuperación destina 6.820 millones de euros a la partida de vivienda, con especial énfasis en las intervenciones pensadas para mejorar su eficiencia. Serán las comunidades autónomas las que gestionen las cantidades asignadas.
La normativa incluye una línea de avales del ICO por valor de 1.100 millones de euros destinada a cubrir parte de los costes de las intervenciones. Además, se reservan 450 millones para sufragar todas las deducciones fiscales.
Ayudas a Viviendas particulares y edificios residenciales
El plan establece tres tipos de deducciones y ayudas, dos pensadas para las viviendas particulares y otra diseñada directamente para las intervenciones en edificios residenciales al completo.
Así, por obras en la vivienda habitual que rebajen un 7% la demanda de calefacción y refrigeración, algo que puede lograrse instalando ventanas de altas prestaciones, se opta a una deducción del 20%, con un máximo de 5.000 euros por vivienda al año. La deducción se podrá realizar en el período impositivo en el que se expida el certificado energético, siempre antes del 1 de enero de 2023.
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